Con la paciencia de una hormiga llevando su comida a la reina, hago lo posible por no perder la cordura. Es poca la que queda.
Interior de camisas. Saliva. Sudor. Hay gente que escupe. Hay otros que lucen
Quemaba. Quemaba el sol en la tarde. Y también al mediodía. Quemaba el adiós de una vida joven.
En el mundo existe la vida. Y la vida existe en el mundo. Cada universo que somos Cada individuo que seremos Todo hace parte del mismo todo.
Te busqué al final de un poema. También en una taza de té, en mi subconsciente. Te busqué en la arena. Te busqué por mucho tiempo
Un silencio Que alberga dentro de sí Una tarántula Que corre de un lado a otro. Hay sangre en el piso
Ámate a ti como amarías al resto.… Ámate como si fueras el último en… Ámate como amarías el mar en el de… Ámate como amarías el sol en las t… Busca el amor en ti y en nadie más…
No hay prisa ni afán. No valdría… Si los hubiera. No hay que pensar… Tampoco hay que pensar poco. Solo… Los pasos, de lejos, me incitan a… ¿Cómo disfrutar del viaje si somos…
Una búsqueda implacable Que se confunde con incierta. Y los pájaros posando En los cables de luz Afuera de mi ventana.
Tal vez la idea se vaya por el cañ… Y eso, mientras cierro los ojos, Parece ser la razón de mi existenc… Hace muchos veranos y años Que el canto y los enojos
Flor de varios colores que pinta el paisaje de rojo, verde y azul. Dejó pigmento regado. El tallo es grueso
Al abismo le digo que me deje. O que mire a otro por unos segundo… Que se distancie de mí; que se ale… Que carcoma de lleno otros mundos. Porque es muy complejo y elijo
El inicio del mundo. Una entrepierna. Es un tintineo fastidioso Que cansa y revolotea. Una campana que avisa
Pueden pasar cien, mil o un millón de años y mis versos, delicadamente fabricados, seguirán por ahí, flotando en la mente de otro que jamás los escribirá. Esta maravillosa idea que creo...
La promesa se perdió en el camino. Llegamos a la meta cansados, con la lengua por fuera, anhelando algo de tomar. Corrimos por los campos,