Cuando los españoles llegaron a C… se encontraron con la sorpresa de que aquí no había oro ni plata nieve y trumao sí: trumao y nieve nada que valiera la pena

Tengo unas ganas locas de gritar Viva la Cordillera de los Andes Muera la Cordillera de la Costa. La razón ni siquiera la sospecho Pero no puedo más:

Nervioso, pero sin duelo A toda la concurrencia Por la mala voz suplico Perdón y condescendencia. Con mi cara de ataúd

Quién eres tú repentina doncella que te desplomas como la araña que pende del pétalo de una rosa. Tu cuerpo relampaguea

El autor no responde de las molest… Aunque le pese. El lector tendrá que darse siempre… Sabelius, que además de teólogo fu… Después de haber reducido a polvo…

En Santiago de Chile Los días son interminablemente

De estatura mediana, Con una voz ni delgada ni gruesa, Hijo mayor de profesor primario Y de una modista de trastienda; Flaco de nacimiento

Durante largos años estuve condena… Sacrificarme por ella, sufrir humi… Trabajar día y noche para alimenta… Llevar a cabo algunos delitos, com… A la luz de la luna realizar peque…

En un rincón de la capilla El eremita se complace En el dolor de las espinas Y en el martirio de la carne. A sus pies rotos por la lluvia

Ah, es usted señor, usted, acérquese usted mi señor. «El padre de mi Lady»? Bellaco de los quintos infiernos. No soy nada de eso mi Lord. Perdón, os lo suplico. Te atreves a mirarme ...

Ahora que ya revelé mi secreto quisiera despedirme de todos usted… en total armonía conmigo mismo con un abrazo bien apretado por haber llevado a feliz término

Caminando sola Por ciudad extraña Qué será de nuestra Catalina Parra. Cuánto tiempo ¡un año!

El hombre imaginario vive en una mansión imaginaria rodeada de árboles imaginarios a la orilla de un río imaginario De los muros que son imaginarios

Considerad, muchachos, esta lengua roída por el cáncer: soy profesor en un liceo obscuro he perdido la voz haciendo clases. (Después de todo o nada

Los delincuentes modernos Están autorizados para concurrir d… a parques y jardines. Provistos de poderosos anteojos y… Entran a saco en los kioskos favor…