Los versos del Capitán
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Si pudiera llorar de miedo en una… si pudiera sacarme los ojos y comé… lo haría por tu voz de naranjo enl… y por tu poesía que sale dando gri… Porque por ti pintan de azul los h…
Cantas y a sol y a cielo con tu ca… tu voz desgrana el cereal del día, hablan los pinos con su lengua ver… trinan todas las aves del invierno… El mar llena sus sótanos de pasos,
A ti, manzana, quiero celebrarte llenándome con tu nombre
La mariposa volotea y arde—con el sol—; a veces. Mancha volante y llamarada, ahora se queda parada sobre una hoja que la mece.
Amigo, llévate lo que tú quieras, penetra tu mirada en los rincones y si así lo deseas, yo te doy mi a… con sus blancas avenidas y sus can… Amigo –con la tarde haz que se vay…
Me falta tiempo para celebrar tus… Uno por uno debo contarlos y alaba… otros amantes quieren vivir con ci… yo sólo quiero ser tu peluquero. En Italia te bautizaron Medusa
Otra vez, otra mil vez retorno al Sur y voy viajando la larga línea dura, la interminable patria custodiada por la estatua infinita de la niev…
Fue luz el fuego y pan la luna ren… el jazmín duplicó su estrellado se… y del terrible amor las suaves man… dieron paz a mis ojos y sol a mis… Oh amor, cómo de pronto, de las de…
Dejo en la nave de la rosa la decisión del herbolario: si la estima por su virtud o por la herida del aroma: si es intacta como la quiere
Ay de mí, ay de nosotros, bienamad… sólo quisimos sólo amor, amarnos, y entre tantos dolores se dispuso sólo nosotros dos ser malheridos. Quisimos el tú y yo para nosotros,
Hoy que danza en mi cuerpo la pasi… y ebrio de un sueño alegre mi cora… hoy que sé la alegría de ser libre… como el pistilo de una margarita i… oh mujer—carne y sueño—, ven a enc…
La pata gris del Malo pisó estas… hirió estos dulces surcos, movió e… rasguñó las llanuras guardadas por… rural de las derechas alamedas bif… El terraplén yacente removió su ca…
Qué hicisteis vosotros, gidistas intelectualistas, rilkistas, misterizantes, falsos brujos existenciales, amapolas surrealistas encendidas
Amo el trozo de tierra que tú eres… porque de las praderas planetarias otra estrella no tengo. Tú repites la multiplicación del universo. Tus anchos ojos son la luz que ten…
Yo soy el cóndor, vuelo sobre ti que caminas y de pronto en un ruedo de viento, pluma, garras, te asalto y te levanto