Entregarse por completo.
Te has quedado en mi silencio Te grabas a puño en el corazón En cursivas Me quedé a oscuras Flotando por la habitación
Hoy dedicándome a respirar. Mañana con tiempo me preocupo. Pasado con miedos lo soluciono. El domingo esperaré las consecuenc… Y el lunes con ánimos pongo en mar…
Al endiosarte no te llamo canto en alabanzas de a poco, describo tu ojos pequeños sin anteojos o con ellos, manos gigantes
Me niego a caer al abismo si de tus sombras me carcomo romperme la cabeza juntando pedazos de mi y de lo que un día fui
Aléjate porque así lo decidiste, p… No me busques a las dos de la maña… No revientes el botón del corazonc… Tira los envases de cerveza que re… Si es posible borra mi número de t…
Hieres, huyes, regresas y no me re… acaso el karma lleva tu nombre si… justiciero de la maldad y las desg… te pintas sobre cada mural de la c… ante mi y te postras por cada esqu…
Mientras trataba de reparar todo, las paredes de mi calma se derrumb… y la oscuridad se volvió mi mejor… las esquinas de las habitaciones m… Pintaba cuadros como Van Gogh que…
Extrañar por las noches y apaciguar las aguas por las maña… se nos da muy bien. Las olas abundantes de ruido negro… por esas calles camino al bar nos…
Aprendí a abrazar el miedo en la s… Y en la oscuridad del cuarto verde brotó el llanto, tinto, frío, malv… Lo de ayer y lo de mañana ya no me… mientras hoy tu sol permanezca en…
Sin explicaciones te fuiste, la noche nos fue alejando. El tiempo se fue esfumando en el a… Y el domingo se volvió insípido, s… Los relojes retumbaban y tu aroma…
Te extraño en la canción que descu… En la noche fría y la sabana En la taza de café Te extraño en las charlas del vagó… En la multitud y el ruido
En la catástrofe de conocerte pulí… a matices negros coloree un infier… El bullicio de las siete puertas m… las luces y el fuerte golpeteo atu… silenciadas mis penas en un cacho…
Esta noche las sombras de estas cuatro esquin… me penetran profundamente el alma; me carcomen y a balbuceos me tiran del colchón…
Te vi, me miraste. Y en mi estomago estallaban veinte… O en algún prado de Asía florecía… Y cruzamos un “hola”.
Mis manos tiezas que se aferran a escribir tu falsa dulzura ámbar, de tu zapatillas incomodas y sobre tu habitación sin luz.