A mi padre...
A mi padre, sí, a mi padre
aquellos que me escuchan, aquellos que conocen poco
se preguntaran ¿A su padre?
sí, a mi padre.
A mi padre le dedico mi vida perdida
mis tristezas, los días sin comer.
A mi padre, aquel señor que nunca estuvo
le dedico mis fuerzas,
fuerzas que le harán falta cuando muera
fuerzas que admira de aquella hija perdida que juro buscar por siempre y la encontró por casualidad
aquella hija perdida empujada por el destino 20 años después.
A mi padre, aquel que estuvo conmigo
le dedico mis complejos, mis mentiras y uno que otro fracaso
aquel padre por el cuál la palabra cariño suena una y otra vez
a él, le dedico mis hojas en blanco
hojas que olvide escribir,
hojas que me obligo a olvidar.
Aquel muerto que dice ser mi padre,
aquel muerto que vela por mi,
ese muerto sin ser mi padre se preocupa, se desvive y pelea junto conmigo
llora conmigo, ríe conmigo
si no duermo el no lo hace,
si no como el ayuna,
si fumo su rostro es el humo,
si bebo el me guía
si escribo se enorgullece
no me importa su pasado el es mi padres sin serlo.
A mis padres, sí, a los dos
que dios los bendiga
que disfruten lo poco de sus días
los poco de su dinero
y lo mucho de su desgracia.
Aquel que dice ser mi padres, muerto está,
que la muerte te acompañe, que mis palabras lo cuiden
que mis sueños lo revivan y mi mente lo reclame
aquel señor que ama lo que escribo
aquellos que divulgan mis penas, que convivieron conmigo
el diablo los aguarda.
Aquel que debe vidas, aquel que mato
hoy vive por mi, por nosotros
a él, al señor José Luis, le debo mi vida,
VIDA QUE NO COBRARA .
(2012)
