Duerme, duerme primo querido
sin zozobra, sin temor
aúnque en nuestras almas
ya no cabe más dolor.
Gozaste la luz y fuiste feliz,
hoy tras tan inesperada partida,
nos llena de tristeza y dolor...
ayer reías hoy yaces aquí sin vida.
Es tan inesperada tu partida
que no logramos entender
que quien nos hacia siempre reír
hoy la risa se vuelve llanto.
Duerme, duerme querido primo
eleva tus brazos y camina seguro,
porque Dios espera hoy...
a su niño querido.
Desde el cielo vela por tus hijas
por tu hermana y padre
como por tu querida madre.
Duerme, duerme primo querido
que Dios espera...
hoy por ti.