Niña bajaba una a una las escaleras Y respiraba ¿Qué era ella?
La irrupción desbocada y repentina de reminiscencias casi a cada paso… Mi memoria juega a la Venus de los cajones. Surgen de puertas
Soy la violinista: desierto donde las notas laten violín crispado pecho en ebullición Soy la violinista:
Aquella sangre que recorre varios cuerpos aspirante a fantasiosas eternidades devino
Vislumbro Caigo en el profundo océano Me atraviesan sales y torrentes
Desde Lima capital, con cielo panza de burro, nos llegó pa’acá un bacán que en Orvault plantó sus muros. Creció en un barrio achora’o
Arráncame el corazón desgárralo en dos rocíale polvo y ceniza llanto y carcajada ecos y esperas
Una niña. En una cajita Mamá le había entregado la herencia de sus palabras. Y Mamá había dicho
Yacía un cuerpo algo mustio, tal vez, allende el mar. En una tarde henchida de sol, de esperas inciertas,
TESTIGOS Retumbar de Apus en la pupila de los que vieron. Vuelos de jaguar antropomorfo, andares geométricos
Tomaste mi rostro con ambas manos besaste mis lágrimas mis ojos mis mejillas
Dibujar tu cuerpo, Chile, trazar la longilínea costra de tus llagas. Bosquejar
Hoy lloro a los muertos en vano Hoy lloro a los torturados en vano Hoy lloro
El color el apagón Los cantos el gemido Los pueblos
Aquella... Madre ve llegar a la joven hija pródiga con un bebe en brazos.