Verdad hiriente la verdad de unos labios enamorados. Allí donde la noche desanima a los pequeños pobres taciturnos

Basta de religión basta de política la Poesía requiere la integridad de un hombre

Antes de ser color entre tus brazos era luz. Cuando muera no toquéis mi cuerpo

Tu cuerpo se me aparecía por las noches como una montaña y yo trepaba por tu cuerpo

¿Sabías que volvía? ¿Me esperabas? Sangrante y taciturno después de mil fracasos casi sin esperanzas

Comienzo por producir mis deseos. Amplias lunas mojadas por las certeras lluvias del veran… verano aquél donde sangrante y taciturno

Nos anunciaron que después de la muerte llegarán para. habitar nuestra propia casa los monstruos.

La Cultura debe ser destruida en su totalidad. Hundir entre sus carnes amadas

Ser extranjero es algo verdaderamente increíble. A veces por largos días soy sólo el contorno de mi cuerpo

Cuando fue necesario crecer y disciplinarse crecí y me puse la nostalgia en la mirada. La disciplina viene sola.

Es otra vez de noche y en general la casa duerme. Una voz en la radio dice últimas palabras.

Huyo de mi propia luz porque mi propia luz no es la luz del hombre. Soy entre nosotros el que desata

Es un verso que de habérmelo propuesto lo hubiera escrito yo. Mi voz la palabra publicada tiene mi voz.

Voluptuosa semilla aquí me planto y creceré y aquí echaré raíces y tendré brotes

Tener un lugar para llorar por nuestros muertos en paz. Ésa es la razón