Aquí estoy sin la límpida mirada
Aquí estoy sin la límpida mirada
de otros tiempos.
Cegado por lento y apacible vivir.
Atenazado por el eterno sonido de la carne.
Vuelvo para decir he comprendido:
Mi padre ha muerto.
Palabras como resinas
pegadas a mis nervios.
Óleos sonoros
gritos pintados de celeste Nilo
pequeñas arrugas en mi rostro
en mi vientre
pequeñas
delicadas frases.