Te pedí un vaso de agua, y al dármelo
te temblaban de fiebre las manos,
y probaste dos gotas primero
mojando tus labios
Si fué filtro de amor o veneno
yo no sé, mi Teresa... ¡El verano
se nos fué como un sueño del alba
lijero y volando!
Y al llegar en otoño los días
y las noches febriles del año,
con las hojas... Tu tierra las lluvia«están abrevando.