De una tristeza, pase a la dulce alegría,
Cuando tu amor al despertar mi alma,
Fuiste en mi ayuda para darme tu cariño
Cuando mi corazón más lo necesitaba.
Cuando yo era solamente rosa marchita
Y mi dolor entre mi mal era bastante,
Teñiste mi dolor con una suave ternura
Y con un amor sincero me enamoraste.
A este amor inmenso nadie me lo quita,
Tu amor ahora es mío, así lo decidiste,
Envidiados por otros, mira que provocas,
Es todo nuestro amor todo lo que existe.
Canten a tu amor, todo el pensamiento,
Que de alegría proclaman tu nombre,
Shirley Rodriguez, dulzuras del encanto,
¡Cuanto amor, en mi corazón le pones!.
Este afecto y las demás hermosas obras
Admito con semblante que es bueno,
Has hecho de mi vida un enorme cambio
Sintiéndome amado, por ese amor bello.
Por ser mujer fiel, y amante de mi amor,
Mujer amorosa, de un poniente ocaso,
Es de placer tenerte, amarte sin lenguas,
En las hojas de un libro lleno de pecado.
Tu corazón romántico me ha contagiado
Puso una tenue suavidad de aromas,
Como un niño que te adora sorprendido
Sobre tu frente divina de una gran diosa.