Si el día ya no está hecho para mí… Y el canto de los pájaros se oyen… No hay otra cosa más que decir Este pobre viejo ha marcado cansad… Luego el tiempo, los años, espesa…

Ayer paso por mi casa La muerte sola se invitó Y abrió la puerta de mi cuarto Ella muy fácil entró. Paso rápidamente

En el tercer día de la semana Mis ojos vieron sin querer A una hermosa muchacha Tan elegante como la ven. Me dejó tan enamorado

Y tu Dios dijo: Que se haga la belleza. Y construí tu rostro; lleno de her… Tan lleno de pureza. Y te hice mundo:

Así que no podría ser tan tarde qu… Aunque el corazón sea todavía amor… Y el sol sea todavía tan brillante El sentimiento no podría ser renco… Pero el corazón gasta su vaina,

Pensé, que tu eras como esa droga tan exquisita que corriendo fueras entre mis venas, insaciable de curar todos mis males y calmar mis locuras. Pero cuando me abandonaste dejándome de a...

Brota de mi interior una energía a… que expulsa de sí la cólera en él… viendo la vida de una manera difer… que siento recuperar mi alma perdi… Y así como ese suspiro en mí, pres…

Las horas imprevistas Anuncian mi tal vez Mis pasos indecisos Mis ojos que no ven. A veces son los días

Cuando te nombran, me roban más que la atención, parece mentira que una palabra diga tanto. Mi locura sería deshacer la luz de…

¿Por qué razones? ¡Dime, ya no te visualizo como antes! Si aún te huelo, en la superficie esa piel, que perfumada tu gracia de mujer... me hicieron llegar ama…

Dentro de mi corazón hay un mar de… Donde hay una sirena que demanda t… Y verme atrapado en sus redes todo… Demandó que su amor: sea dueña de…

Te sueño en las noches al cerrar m… Y solo en ellos tu eres solamente… Donde mis labios besan tu exquisit… Y en toda esa piel tan delicada y… De amarte en toda mis noche placen…

Si el amor que me brindáis, Es como el que os tengo, Señor: en qué me detengo? Si sé, qué me ofrendáis? Ojos, qué quieren de ti?

En la luna sangrante, su pálido ll… se dibuja en la sombra de un eco m… susurra el destino con frío quebra… sus versos de sangre no encuentran… Los ríos de luto desbordan la ment…