Que inútil es perder el tiempo
con el pensamiento malherido,
sintiendo sobre las sienes
el corazón cansado y dolido.
Todo en este tiempo es inútil
hasta el amor inextinguible,
cárcel vieja de moribunda paz
que acabó con lo apacible.
Que inútil es perder el tiempo
oh torpe, alma dura, presentida!...
quien acaba mi ser, en silencio
dónde muere el alma desvalida.
Recordamos viejas melancolías
de ligeros dolores de cabeza,
dolores que sustenta mi vida
en delicadas palabras de poeta.
Y todo empieza como siempre
por vagas reflexiones tardía,
dónde nada dura eternamente
y se ve sepultada el alma mía.