Si mi amor pudiera pronunciar otro nombre
Otro amor, otra rosa.
Al beber la fuente de otros labios exquisitos,
Quizás un sabor diferente; a fresa.
Entonces mi corazón te dijera:
Hay amor, no eres dueña más de mi vida,
No más, dueña de este amor,
¡Ya no llevas la magia en mis poesías!
¡Ya no llevas el tema de mi canción!.
Fueras sólo ilusión, una estrella pasajera,
Que en una noche oscura llegas y te vas.
Más lejana que nunca y que los planetas
Una luz que se apaga en el fondo del mar.
Entonces no te querría, como mi alma decía;
Que culpa tendría mi corazón.
Si en mi vida llega otra mujer más tierna,
¡Una, con una inmensa pasión!.
Será más tranquila y tan dulce la noche
Será mi consuelo al oír su dulce voz,
Una igual que tú, o tal vez sea más bella,
Otra flor, que rompa todos los lazos:
De los recuerdos, que ata a nuestro amor.
Dejaría de ser mi dolor tan grande y duradero,
Y este nuevo amor me hiciera olvidarte al fin,
Que las rosas y las espinas mueran de envidia
¡Al ver crecer de mi corazón una rosa feliz!...