Por amor adoro la belleza de los cielos...
Y de todo lo hermoso que el señor ha creado,
¡Que nunca se canse mi alma de escribirle;
Hermosas canciones en los sueños hallados.
Dulce el decoró de todo lo que digo y pienso,
En el día la sed devora la noche iluminada,
El corazón agitado de mirar tanta hermosura
Que sólo escucha: lo que le dicen y el canta.
Que nunca me falte, el espíritu armónico...
Versos donde anima mis penas, sus galeras,
Que nunca satisfaga la sed que yo tengo
De escribirle a los cielos, las bellas estrellas.