Me encomiendo a los muertos
Más no confío en los vivos,
A la guadañera que me guarda
Le pido que guíe mi camino.
Pido que no me encuentren
La gente que no son buenas,
Derramó su plasma sobre mi rostro
Que me conduzca a ciegas.
Y para qué mirar hacia atrás
Si puedo ir hacia adelante,
Y con los lápices de su esqueleto
Escribir en el instante.
Porque adoré la santa barca
Que conduce mi destino,
Y seré leyenda en donde adoré
Cuando me lleve consigo