Mi corazoncito al verte estaba penado;
(Al ver tu alma partida y adolorida)...
Y el espíritu del amor muy lastimado,
¡De ti mujer de quien yo tanto quería!.
Al verte llorar lágrimas sentimentales;
Por aquel amor de ese mal hombre...
Tu historia es la mía de lo que te pasa,
Las profundas secuelas del reproche.
No sufras te pido corazón entristecido;
Si todavía mi amor por ti aún espera,
Esperando que aún no sea muy tarde,
Para darte la felicidad que merezcas.
¡Eres la divina rosa que me complacía!
En todos mis sueños bellos y dulces,
Exquisita fragancia nocturna pasajera
(Que llenaba mi soledad de lumbres)...
Dame la esperanza de ser tu consuelo;
Pongo en ti la claridad diaria del día,
Déjame llevar contigo la carga pesada
Y llenar ese vacío de gozos y sonrisas.
Más que tu amigo un amor que te ama;
En toda la ternura de tu hermosura,
A quién yo te amare en la hora valiosa
Hasta el día, en que no separe la vida.
Caminemos por aquel jardín profundo;
Juntos con las melodías del viento...
Esperando que puedas llegar amarme,
Hasta el infinito de todo el universo...