He renunciando a ti, como los que renuncian
Cómo el buque errante que renuncia al faro,
Y como el ciego ante un libro abierto, renuncio
Como un niño, ante el juguete más caro.
Nuestras vidas son como los ríos
Qué van a morir a la mar,
Allí van nuestros sentimientos
Consumidos en su totalidad.
Aquí murió nuestro amor
Aquí en este poema te dejo mi corazón,
Los sentimientos grandes y chicos
Que por ti mi alma para bien suspiro.
Si deseando que nos condenará, la vida
Ya lo hiciste, fue pecado el amor,
¡Malditos serán nuestros corazones!
Para nuestro castigo de abandonarlos lejos:
Y de no obedecer a nuestra razón.