Miguel Peñafiel

LA ÚLTIMA DESPEDIDA

La última despedida

Como pudiste llenar mi corazón de dulces versos;
Y irte, sin decirme un hasta luego, un adiós...
Dime que haré sin ti, a partir de hoy, vida mía,
Por qué eras tú, la esencia exquisita de mi amor.
 
Mi palomita hermosa, de tierna primavera;
Alas de ángeles, que te alejas y te vas...
Por los sueños profundos de mi quimera,
¡Dejas tu aroma, como una estrella fugaz!.
 
Voluptuosa mujer, que agitas océanos y vientos;
Tú voz que halaga, el ensueño de mi dolor,
Estoy perdido, en la penumbra de tú sombra:
¡A tus pies me encuentro, despojado del amor!.
 
Sin embargo, muy dentro de mi ser, te llevo
No, no es amor, lo que lleva mi corazón.
¡Es un huracán, que por ti arde en llamas!
Es un rayo intenso, es un volcán devorador.
 
En vano te he buscado, por los diversos sueños;
Donde jamás nace, la flor de las filosofías...
En mi locura inocente, solloza presa mi alma:
Mis ojos son llantos, es un mar de melancolías.
 
Con los brazos extendidos y voz suplicante;
Donde las palabras, son triste canción...
En mi pecho has dejado la profunda herida,
Y clama de día y noche, la caricia de tú voz.
 
¡Algún día espero, volver a encontrarte! hermosa;
Así como aquél día que partiste, de mi lado...
Cuándo retornes por mis jardines compañera,
Ese día ha desvanecerse: toda mis decepciones.

(2015)

Reserva derechos de autor.

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