Gracias quiero dar al señor por el amor
Que me ha brindado:
Por el amor de la persona que forma parte
De este singular verso,
Por la razón, que no cesará de soñar por
Amor mi alma,
Por el rostro de Lorena y la divinidad que
Contiene,
Por el amor, que me deja ver a los demás
Con otros pensamientos,
Por la firme ternura y la dulzura suelta,
Por las místicas miradas de Ángel que aprecio,
Por el fulgor del fuego
Que brota de su inocente alma,
Que ningún ser humano puede mirar sin un
Asombro antiguo,
Por la mañana que nace el crepúsculo
A través de sus ojos,
Por aquel sueño de amor que abarcó mil
Noches y una noche,
Por los momentos secretos e inmemoriales
Que convergen en mí,
Y por otras cosas que nadie sabe, solo Dios,
Y nosotros sabemos,
Por el nombre de aquel libro que aún no
Se ha leído y no esta hecho,
Por el amor que nos repite y nos confirma
Como un espejo,
Por la mañana, que nos depara la ilusión
De este principio,
Por el amor y la felicidad de nosotros,
Por el hecho de que el poema es inagotable,
Por los minutos que ceden despacio,
Por el amor y la misteriosa forma de amar.
“Gracias quiero dar al señor por el amor
Y la oportunidad que tengo de amar”