Miguel Peñafiel

DIVINA MUJER MI BLANCA PALOMA

¡Divina mujer! ¡Mi blanca paloma!

¡Divina mujer! ¡Mi blanca paloma!
Que se pierda mi alma sino te quisiera,
Aún cuando no pudiera amarte
Daría mil veces mi vida si así lo fuera.
Y, mujer, cuando ya no me quieras,
Se habrá en mi desatado el caos,
Y pongo al cielo como testigo
Que mis noches se tornarían llantos.
Tienes unas hermosas miradas,
Cuyas miradas siempre me revela,
Mirad, parece que estas enamorada
Para lanzarse como osa brillante perla.
Entregarme a tu apetito juvenil quisiera,
Dulce mujer a tu querer tierno,
Con labios de antojo besarte la boca
Y no sé si llamarlo paraíso o infierno.
¡Muero inocente! ¡Mi blanca paloma!
Muero de ti y muero por tus besos
Muero virgen aún sin probar tus labios
Matame si quieres con uno de esos.
Y será este amor que destruya mi vida,
Aún sabiendo que eres ajena,
Aún si tu amor no es correspondido
Sería el alimento que brinda a mi pena.
Mujer, quien siempre fue bella
Más nunca fuiste orgullosa,
Sólo que de lo prohibido nos fijamos,
Pero quiero que guardes en tu secreta
Todo este amor que te he entregado.

Reserva derecho de autor.

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