Dígame usted, ¿por qué se burla del dolor ajeno?
Quién nunca sintió los dolores fuertes...
Los fatales rechazos, por querer y amar tanto,
Y ante la vigilia de mis ojos me lanzas:
¡El beso cruel de la muerte!.
Como aquél hermoso sol brillante inalcanzable;
Veo su luz, muy lejos de mis pasos...
Si usted que es mi mundo y es todo mi sueño,
Porque me ignoras con tus bellas miradas:
¡Y me clavas el puñal de tu rechazo!.
Dígame que hice, para merecer sus desprecios;
Si lo único que yo he hecho es amarla...
Y desvelarme en las noches haciendo poesías,
Para expresarme con amor en palabras:
¡De cuánto significas para mi, bella amada!.
¡Si tu amor ya no luciera para mi noche oscura;
Y vanamente has arrancado mis rosas!...
Dime cariño mío, para que seguir viviendo,
Si tu voz, que alegrabas mis lindos días:
Tal vez ya no me anuncie la hermosa aurora.
Hay pobre de mi alma, que expresa con cariño;
Tal profundo dolor del sabor de lo amargo...
Un amor que de usted esta lleno de angustias,
Y de paso va durmiendo mis pensamientos:
¡Con una melodía de antaño!.