Debes amar la arcilla que va en tu mano
Debes amar la belleza de tus locuras,
Y si no, la enseñas la llevaras en vano:
Son tus reliquias lo que todo perdura.
Solo la belleza, te convierte: ese milagro
Debes amar las horas que nunca brilla,
Y si no, no pretendas tocar todo lo bello
Sólo la belleza engendrara la maravilla.
Solo el encanto, logra renacer lo muerto
En donde tu belleza entra por los ojos,
Donde se levanta las miradas de frente
Y suspiran de encantos y de asombros.