Cuando eres niño y joven lleno de sueño,
Y tienes fantasía, como si fueran las
De un libro;
Vas leyendo lentamente con la mirada
Suave
Caminando por las calles como calidad
De niño.
Tus ojos tenían el brillo de las estrellas,
Y, por encima de ellos montañas;
Y amabas la belleza con amor falso o
Verdadero. Cuantos seres amados eran
Tus momentos de gracia.
Y ahora la alegría de tu rostro cambiante,
Han pasado hacer, como la de un triste
Niño;
Escondido su rostro en medio de una
Multitud de estrellas
Para pasar hacer un hombre con la alma
De un peregrino.