Bienaventurado aquel que ama
Y es fruto de ese sentimiento,
Aromando las calles
Con predicaciones de amor,
Cuando anuncia amar
Y buscar perdonar ante el mundo
Con mayor querencia
Y con mayor razón.
Hombre predicador que infundes
Vida para el que entienda,
Que sigue las huellas
Que siembras con gran amor,
De caminos largos
De justicia y precisos
Bienaventurados a los que aman
Aún sin razón.
Con su bondad improvisada
Y permanente,
Delicias que profetisa un gran amor,
Que todos, entre amor, conocemos
Amor unido... por siempre señor.