Bien tú, lo sabías que mis ojos lloraban por despecho:
Que, MI mano golpeaba de angustia mi cabeza,
Y que por tu falta de cariño, sacudió todo mi corazón
Fue para mí todo extraño, llenarme de sorpresa.
Y sin tener piedad, clavaste en mí, tu puñal venenoso
Proveniente de tus terribles miradas frías,
Que dejaron en vano, que por ti yo me enamorara:
Sin imaginarme, que tú muy bien me fingirias.
Como el amor apagado, como es la noche, entonces
Es mi corazón oscuro: lleno de puras lágrimas,
Soledades que atormentan a mis pasiones
En cada rincón donde prueba la droga mi alma.
Mi sueño es pesado, se mide de los pies a la cabeza
Mirando que he amado en vano el amor muerto,
Como unas sombras que pudieran ser vista
Cada una deseando, volver a recuperar lo nuestro.