Bendito sea mi Dios, y el día
el lugar, la fecha y la hora
creación sublime encantadora
que forme parte de aquel hermoso día.
Bendito sea, el amor que porfía
de brindarme ese amor, que en mi alma
eternamente mora
y el arpa, con el que dulcemente ahora
siento que me toca el alma todavía.
Benditas las palabras de mi canto
benditos los suspiros que yo siento,
mis ansías, mi querer, y también mi llanto.
Benditas las ideas de mi pensamiento
Bendito sea el Dios de mi arte,
que me dio sabiduría y conocimiento.