Miguel Peñafiel

A MARISELA ABAD

A Marisela Abad

Marisela está linda, bella y hermosa,
Lleva esencia sutil de azahar;
En mí estómago una mariposa
Enamorada le suele cantar;
Más quería que fuera mi esposa
Para todo el mundo poderle contar.
 
Marisela era una mujer que tenía
Un corazón tan sentimental,
Un corazón dulce que ofrecía
Algo más en su estado mental;
Y una gentil luz en el día,
Tan elegante, bella y genial.
 
Más un día, está bella princesa
Algo o alguien la hizo cambiar;
La princesa se hizo traviesa
Todo el amor lo hecho a la mar.
 
Más yo, que la quería para hacerla
Un verso o una flor para decorar,
Como un diamante o una perla
O un oro que se pudiera moldear.
 
Las princesas suelen aventurarse
A cortar lirios en el jardín:
Cortan rosas y dejan llevarse
Por la flor de otro paladín.
 
Y así se perdió la princesa bella,
Bajo el cielo y sobre el mar,
A pintar una nueva estela
Una, que la llevó a suspirar.
 
Y se embarcó en otro camino,
Sin destino de aquí para allá;
Y se olvidó de aquel buen niño
Que la supo cuidar y amar.
 
Marisela está linda, bella y hermosa,
Lleva esencia sutil de azahar;
Ya que no fuiste mi linda esposa
Me preguntó donde has de estar;
Te vas de mi lado mariposa
De aquel que te enseño a volar.

Reserva derecho de autor.

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