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No se hizo mi corazón, para pasto… nunca pudo la hiedra, tapar un pas… aún resurge con vigor, el Quetzal… no se avergüenza el Sol, nunca por… ¡Déjame Latinoamérica, déjame que…
Cabezas huecas que encierran silencios de madrugadas, nunca supieron de plumas ni a manejar las espadas, al grito de libertad
A ti, mi primer amor, siempre habrá en mi corazón, un huequecito que sobre, donde guardar el recuerdo,
Arte poético y olé, ¡hay que tener mucho arte para poder escribir con arte, como dijo un poeta peruano, hacer versos es fácil,
Por viejas sendas trenzadas al hierro de eternas ruedas, cuando el Sol cruza la verja dejando paso a las sombras, un desfile de silencios
Conjuro en cáliz de plata para amor puro que acreciente y saque brillo a las mentes que viven con la añoranza, de tiempos que ya pasaron,
¡Locura de amar en sueños amantes, ¡mundo irreal de sueños que sueñan! ¡tienen los cuerdos
Los cristales rotos, sobre desvencijadas ventanas, ya no los pinta la lluvia de color… ni hay dalias en los balcones, ni corren los niños gritando,
Aprenderás la lección; de medicina el doctor de cultivo el campesino de la miseria el mendigo de letras el escritor.
Alguna vez me pregunto; ¿Porqué es tan falsa la gente? y no me cabe en la mente. ¡O no entienden del asunto, o es lo que yo me barrunto!
Fueron ellos los culpables, mi padre y mi viejo abuelo ambos pusieron su anhelo, en poder hacer de mí una persona sensata
Vino la lluvia, no llegaste con ella, cerré el paraguas. El agua borró el beso de aquella madrugada.
Fuiste mi amor, para mí la serendipia que asomó sobre mi faz, con la prima luz del alba, entré ipso facto en apacible epifa…
Mi corazón en las tinieblas, La cabeza fluyendo en las sombras. Andamos avisados por la jungla. Solos. espantosamente solos.
De sueños me alimento, ¡dejadme soñar! Imagino besos de letras disfrazados, que alimentan mis sueños