#Cubanos #Habaneros #Modernismo #SigloXIX #1891 #VersosSencillos
Vierte, corazón, tu pena Donde no te llegue a ver, Por soberbia, y por no ser Motivo de pena ajena. Yo te quiero, verso amigo,
La poesía es sagrada. Nadie De otro la tome, sino en sí. Ni n… Como a esclava infeliz que el llan… Para acudir a su inclemente dueña, La llame a voluntad: que vendrá en…
Dentro de mí hay un león enfrenado… De mi corazón he labrado sus riend… Tú me lo rompiste: cuando lo vi ro… Me pareció bien enfrenar la fiera. Antes, cual la llama que en la est…
La obra-delante, y el amor-adentro… Y el amor, remolino avaricioso, El alma entera arrastra al hondo c… La obra perece-y el amor celoso, Luego que por su culpa el hombre y…
Ahora hay en los Estados Unidos un juego muy curioso, que llaman el juego del burro. En verano, cuando se oyen muchas carcajadas en una casa, es que están jugando al burro. No lo juegan...
En la cuna sin par nació la airosa Niña de honda mirada y paso leve, Que el padre le tejió de milagrosa Música azul y clavellín de nieve. Del sol voraz y de la cumbre andin…
Qué me das? Chipre? Yo no lo quiero: Ni rey de bolsa Ni posaderos Tienen del vino
No sientas que te falte el don de hablar que te arrebata e… no necesita tu belleza esmalte ni tu alma pura más extenso vuelo. No mires, niña mía,
Yo soy un hombre sincero De donde crece la palma, Y antes de morirme quiero Echar mis versos del alma. Yo vengo de todas partes,
Bebé es un niño magnífico, de cinco años. Tiene el pelo muy rubio, que le cae en rizos por la espalda, como en la lámina de los Hijos del Rey Eduardo, que el pícaro Gloucester hizo mata...
Para modelo de un dios El pintor lo envió a pedir:— ¡Para eso no! ¡para ir, Patria, a servirse los dos! Bien estará en la pintura
De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. ...
Aquí estoy, solo estoy, despedazad… Ruge el cielo; las nubes se aglome… Y aprietan, y ennegrecen, y desgaj… Los vapores del mar la roca ciñen. Sacra angustia y horror mis ojos c…
De gorja son y rapidez los tiempos… Corre cual luz la voz; en alta agu… Cual nave despeñada en sirte horre… Húndese el rayo, y en ligera barca El hombre, como alado, el aire hie…
Homagno sin ventura La hirsuta y retostada cabellera Con sus pálidas manos se mesaba. “Máscara soy, mentira soy, decía; Estas carnes y formas, estas barba…