«La Edad de Oro» (1889)
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Surcando el mar, pidiendo a las in… Olas del Golfo espacio y albedrío Al par llegamos, tú con tus poetas… Yo con el mal de un alma en el vac… Los dos trajimos a esta tierra bel…
Cuba nos une en extranjero suelo, Auras de Cuba nuestro amor desea: Cuba es tu corazón, Cuba es mi ci… Cuba en tu libro mi palabra sea.
Ahora la gente vive en casas grandes, con puertas y ventanas, y patios enlosados, y portales de columnas: pero hace muchos miles de años los hombres no vivían así, ni había países de se...
Yo tengo un paje muy fiel Que me cuida y que me gruñe, Y al salir, me limpia y bruñe Mi corona de laurel. Yo tengo un paje ejemplar
¡Cadáveres amados los que un día Ensueños fuisteis de la patria mía… Arrojad, arrojad sobre mi frente Polvo de vuestros huesos carcomido… ¡Tocad mi corazón con vuestras man…
De pie, cada mañana Junto a mi áspero lecho está el ve… Brilla el Sol, nace el mundo, el… Del cráneo la malicia, Y mi águila infeliz, mi águila bla…
Ganado tengo el pan: hágase el ver… y en su comercio dulce se ejercite la mano, que cual prófugo perdido entre oscuras malezas, o quien lle… a rastra enorme peso, andaba ha po…
Estas que ofrezco, no son composiciones acabadas: son, ¡ay de mí! notas de imágenes tomadas al vuelo, y como para que no se escapasen, entre la muchedumbre antiática de las calles, entr...
Cuando me vino el honor De la tierra generosa, No pensé en Balnca ni en Rosa Ni en lo grande del favor. Pensé en el pobre artillero
Cuentan que antaño,—y por si no lo… Invéntolo,—un labriego que quería Mucho a un zorzal, a quien dejaba… Surcar el aire y desafiar el vient… De cierto bravo halcón librarlo qu…
Bien: ya lo sé! La Muerte está se… A mis umbrales: cautelosa viene, Porque sus llantos y su amor no ap… En mi defensa, cuando lejos viven Padres e hijo. Al retornar ceñudo
En el alféizar calado De la ventana moruna, Pálido como la luna, Medita un enamorado. Pálida, en su canapé
De mis tristes estudios, de mis so… Nauseabundas y bárbaras, resurjo Lleno el pecho jovial de un amor l… Por la mujer hermosa y la poesía: ¡Siempre juntas las dos! Dos ojos…
Odio la máscara y vicio Del corredor de mi hotel: Me vuelvo al manso bullicio De mi monte de laurel. Con los pobres de la tierra
Como taza en que hierve De transparente vino En doradas burbujas El generoso espíritu; Como inquieto mar joven