#EscritoresCubanos #Ismaelillo
De sus pestañas al peso el ancho párpado entorna, lirio que, al sol que se torna, se cierra pidiendo un beso. Y luego como fragante
Hurgue un huésped muy inquieto Del lado del corazón.— ¡Muy celoso, muy celoso!— Dormir no sabe mi huésped: no.— Como una sierpe, se enrosca
Si ves un monte de espumas, Es mi verso lo que ves: Mi verso es un monte, y es Un abanico de plumas. Mi verso es como un puñal
¡Venid, tábanos fieros, Venid, chacales, Y muevan trompa y diente Y en horda ataquen, Y cual tigre a bisonte
El alma trémula y sola Padece al anochecer: Hay baile; vamos a ver La bailarina española. Han hecho bien en quitar
¡Magníficos espejos Que vieron mozos los que copian vi… ¡Espléndidos tapices Hechos de antaño a proteger deslic… ¡Doradas cornucopias -
Oh, ritmo de la carne, oh melodía, Oh licor vigorante, oh filtro dulc… De la hechicera forma! No hay mil… En el cuento de Lázaro, si Cristo Llevó a su tumba una mujer hermosa…
Una copa con alas ¿quién la ha vis… Antes que yo? Yo ayer la ví. Subí… Con lenta majestad, como quien vie… Oleo sagrado; y a sus dilces borde… Mis regalados labios apretaba.
El extraño puede escribir estos nombres sin temblar, o el pedante, o el ambicioso: el buen cubano, no. De Céspedes el ímpetu, y de Agramonte la virtud. El uno es como el volcán, que vie...
Para un príncipe enano Se hace esta fiesta. Tiene guedejas rubias, Blandas guedejas; Por sobre el hombro blanco
Bien: ya lo sé! La Muerte está se… A mis umbrales: cautelosa viene, Porque sus llantos y su amor no ap… En mi defensa, cuando lejos viven Padres e hijo. Al retornar ceñudo
¿Del tirano? Del tirano di todo, ¡di más!; y clava con furia de mano esclava sobre su oprobio al tirano. ¿Del error? Pues del error
En el bote iba remando Por el lago seductor, Con el sol que era oro puro Y en el alma más de un sol. Y a mis pies ví de repente,
Quieren, ¡oh mi dolor!, que a tu h… De su ornamento natural despoje, Que el árbol pode, que la flor des… Que haga al manto viril broche y c… Quieren que el verso arrebatado en…
Este es el número de La Edad de Oro, donde se ve lo viejo y lo nuevo del mundo, y se aprende cómo las cosas de guerra y de muerte no son tan bellas como las de trabajar: ¡a saber si el ...