En un campo florido en que retoñan
Al sol de abril las campanillas blancas,
Un coro de hombres jóvenes espera
A sus novias gallardas.
Tiembla el ramaje, canta y aletean
Los pájaros: las silvias de su nido
Salen, a ver pasar las lindas mozas
En sus blancos vestidos.
Ya se ven en parejas por lo oscuro
Susurrando los novios venturosos:
Volverán, volverán dentro de un año
Más felices los novios.
Sólo uno, el más feliz, uno sombrío,
Con un traje más blanco que la nieve,
Para nunca volver, llevaba al brazo
La novia que no vuelve.