Soy mi huésped nocturno
en dosis mínimas
y uso la noche
para despojarme
de la modestia
y otras vanidades
aspiro a ser tratado
sin los prejuicios
de la bienvenida
y con las cortesías
del silencio
no colecciono padeceres
ni los sarcasmos
que hacen mella
soy tan sólo
mi huésped
y traigo una paloma
que no es prenda de paz
sino paloma
como huésped
estrictamente mío
en la pizarra de la noche
trazo una línea
blanca
luego soplo mi brisa
y los postigos y las ramas
tiemblan
como huésped de mí
sé de mí lo que pienso
no es gran cosa
armo mis barricadas
contra el sueño
a pesar de que el sueño
las derribe
soy mi huésped
a qué negarlo
pero
a veces también soy
un extraño de mí
cuando mi rústico anfitrión
me mira
siento que estoy
de más
y me escabullo