Es cierto / si estás solo llegarás… al desparpajo contigo mismo / así no habrá obsecuencias ni iras sagr… que te expulsen de la sinceridad la soledad tiene sus pústulas y su…

Después de tanta quietud tanto sil… el país gira como un trompo llega a la orilla de las decisione… de las falencias y del optimismo cada uno lleva su ramillete de gan…

Viviste aquí por meses o por años trazaste aquí una recta de melanco… que atravesó las vidas y las calle… hace diez años tu adolescencia fue… te tajearon los muslos porque no q…

Con todas las letras y con todos l… dijo mi amigo que la moral era ana… mi amigo dijo que había que ser re… después llegaron los capitanes del… hicieron el consabido acopio de sí…

Seguramente mi primer olvido tuvo una cuna de madera tibia / a trocitos fui armando evocaciones de la matriz recién abandonada ese lecho de jugos y de sombras

Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...

Si cada hora viene con su muerte si el tiempo es una cueva de ladro… los aires ya no son los buenos air… la vida es nada más que un blanco… usted preguntará por qué cantamos

Cuando me fui eran chiquilines tenían un rabioso alrededor de púas la racha intransigente les quitaba padres tíos maestras

Bueno zelmar pasaron nueve años y las bisagras del país se quejan rechinan dulcemente nadie va a preguntar

Una ensenada sólo vista en postale… una región perpleja del recuerdo una fruta escasísima y sabrosa un suburbio que ya no se frecuenta una paloma absorta en los pretiles

Después de tanto tiempo y en un aire de nieve hallo por fin a Carlos a Lilian al flaco vivieron