Querida mía, no te agobies, todo irá pasando, son aprendizajes, no errores.
No dejes que los fantasmas del pasado te atormenten, pues no son más que eso, fantasmas.
Tu imaginación no tendrá límite si no la frenas, úsala para expresarte, si te controla querrá dañarte.
Confía en ti, ten fe. ¿Quién mejor que tú misma sabe de lo que eres capaz? Descúbrelo y muéstraselo al mundo, nadie es lo suficientemente poderoso en tu vida para influenciarte con sus juicios.
Sé fiel a ti misma, se distinta, no encajas en lo común, ni lo intentes. No hagas esfuerzos en vano por nadie, pues no sabrán valorarlo y te traicionarán como se traicionan a sí mismos.
No te fíes de quien se muestra hermano contigo, porque la misma mano que te brinda, será la que te guíe y empuje por el precipicio para sacar provecho de tu cuerpo.
Perdona y olvida. No quieras devolver la soledad que en ti han dejado, pues ella ha sido tu maestra y compañera en este incomprendido duelo.