“¿Qué quiere decir glauco?” “Muy simplemente, verde.” “Y añil, ¿qué significa?” “Azul; es bien sencillo.” “¿Y el escarlata, madre? Di, para…

Llévame nubecita a lo alto contigo y cúbreme amorosa con tu cendal de… que tu orla de tul me sirva, leve… para que no me falte el amor de la… Llévame tú que eres, de mis ansias…

Señor, siempre te veo con los ojos… primero en el pesebre, aureolado d… en lo alto, la estrella, que sus r… sobre el burro y el buey al mover… Hombre, vas por montaña, y por val…

Yo quisiera quererte como antes te… y sentirte, como antes, en todo co… yo quisiera decirte: te quiero tod… y recibirte, al fin, con ánimo son… Yo quisiera tomar tu mano con la m…

Muerte, fatal término, ausencia por siempr… Sólo el campo yermo que nos recibe… de su tierra, nuevo abono. Nunca más la fragancia de la brizn…

Tengo miedo, Señor, pero no de la… tampoco de la sombra, menos de la… es miedo de la aurora —refulgente… como miedo del mundo, cuando el mu… Tengo miedo, Señor, no por valerm…

La avispa exclamó: «¡Mi talle! ¡Mi talle!», al ver al burrito paciendo en el valle. «¡Mis alas! ¡Mis alas!»:

Alguien dijo que recuerdas un niñito de Murillo, y en verdad que lo pareces por tu gracia y por tus rizos. Tienes cabellos castaños,

No me llames poeta —un nombre con… porque mi voz apenas para cantar a… acaso suavizada por amorosa miel, tal vez unos acentos armoniosos co… Puede sí que me escurra por el alt…

Señor, quiero ser yo, y sólo con l… por humilde que sea, aun pobre y p… nada de adornos vanos ni lujoso at… ni aquello que deslumbra en ambici… No quiero en devaneo, tampoco en d…

(Mientras se cumple el término, el espíritu aduerme 6, 2 Y miré, y he aquí un caballo blanco: y el que estaba sentado encima de él, tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió vic...

¿Quién habló de que un día hubiera… ¿Quién dijo que tu sombra, al fin,… ¿Es que ignoras acaso lo que apren… el alma ennoblecida de ternura sec… Un amor que es amor no termina en…

Que me traspasen dardos: no habré… que me hiera cruel total indiferen… que los rostros, impávidos, al no… pasen sin advertir siquiera mi pre… Que el desamor se infiltre mientra…

¡Quién volviese a tener, para que… una madre —de noche, los párpados… quién un rozar de labios en la fre… despejando el fantasma de temores… ¡Quién tuviese, otra vez, sobre la…

He querido morir, Señor, pero he… y confieso ante Ti mi aleve cobard… ¿Qué dejo para aquellos semejantes… probados en dolor a punto de agoní… Y por querer morir, Señor, he rev…