Aunque falte a tu vida la paz, y la alegría
nunca te sonriese sobre el camino adverso,
que llene tu existencia siempre la poesía
como ha de rebosar el molde de tu verso.
Con los ojos cerrados busca el mundo en ti mismo;
la mujer que no has visto, la ciudad que no existe;
y, al abrirlos, tus ojos verán en espejismo
aparecer la vida como tú la quisiste.
No sentiremos nada de nuestro ser distinto,
y todo será unánime, el gusano y la flor;
y viviremos siempre sin salir del recinto
de la luz que proyecta nuestro sueño interior.
No cegará tus ojos el esplendor del mundo,
y pasarás, sonámbulo, absorto en tu universo,
mientras late tu alma en el ritmo profundo
que toma de la vida el alma de tu verso.
Nada sobre la Tierra te será indiferente;
mirarás a las cosas con mirada segura;
serás luna en la luna que baja hasta la fuente,
serás llama en la llama que sube hasta la altura.
Sólo sabrás dos cosas: de amor y de belleza.
Lo demás... nada importa. toda la vida es
amar; sentir lo bello; tener una tristeza
para que un alma hermana nos la curé después.