Preciosa gargantilla, arrancada del cuello de Atenea, para embellecer a las doncellas de los jardines de Grecia, jardines de las hojas perennes.
Ya danzará la tierra toda y las mujeres dejarán de tejer sus telares y los hombres navegar los fatigantes mares.
Mar chileno he sorbido tu salobre hálito has sido navegado por humildes canoas de cuero en antaño
Importante es ser discreto al hablar.
En la soledad de la montaña entre duras peñas alumbré mi cría y la llamé Esperanza.
Subí con frondosas alas al infinito atravesando las múltiples dimensio… de quietas esferas
Dá, sin esperar nada a cambio. Ésa es la felicidad plena.
Extraíste lo dulce de tu pócima has ordeñado la vaca de pesares y ahora disfrutas la mielosa leche láctea de las ubres de oro.
¿Qué te pasa gallito que cantas tan tempranito?
He atesorado su mirada en el espejo de las siete lunas y sus ojos me hablaron.
Luna, que desde el cenit, vigilas los campos.
Cortesía, hechizo de las personas amables y benevolentes. Las buenas palabras, junto con las buenas acciones
He visto un cisne que en su sabiduría lleno está de blancas canas.
En cada árbol, cada hoja, cada tallo, cada raíz, la vida palpita
Fuente de hermosas aguas y verdes juncos... ¡¡Heme aquí!!