El sabio estima a todos, porque cada persona tiene una virtud.
El pájaro ama el viento y el oxígeno ama al aire. El pájaro traza su estela en el cielo y al final de su diaria carrera,
Color de sol color de luna color de espuma color de miel color del tiempo.
He atesorado su mirada en el espejo de las siete lunas y sus ojos me hablaron.
El sol doraba las altas cimas. Mientras mi corazón se revoluciona… en tumultuosa esperanza.
Marineros de Chile ¡¡Rudos!! como las rocas del mar y ágiles como el ir y venir de las olas.
Allí balan suavemente las crías de corderos estando sobre florecientes hierbas frondosas y ¡¡hermosas!!.
En cada árbol, cada hoja, cada tallo, cada raíz, la vida palpita
Mar chileno amigo de la cordillera, cuyas aguas bajan en verdes venas hasta mezclarse
En los grandes aprietos es bálsamo para el alma hallar un buen corazón.
No vayas tan rápido goza de cada momento feliz de a poco.
En la soledad de la montaña entre duras peñas alumbré mi cría y la llamé Esperanza.
La lluvia y el campo son compañeros. El viento mediador, cura el sufrir de la lluvia y cesa la sed
Dije las mágicas palabras “Hokus, pokus” y tus labios se llenaron
Acumular sabiduría y no compartirla es ir contra la esencia de la vida.