Ya danzará la tierra toda y las mujeres dejarán de tejer sus telares y los hombres navegar los fatigantes mares.
Huelo felicidad a mi encuentro salen almas ágiles y graciosas. Creo en un dios festivo que sabe bailar
He coronado vuestra cabeza con tallos de verde y fresca hiedra.
Gran poder es saberse moderar.
¡Oh! mar verdiazul coronada estás de remolinos y blancos torbellinos.
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
En los grandes aprietos es bálsamo para el alma hallar un buen corazón.
La prisa puede conducir a error es propio de sabios ir a pie, paso a paso,
Busca la paz, dentro de ti.
Mar tempestuoso, de agitada melena de león rugiente.
En la soledad de la montaña entre duras peñas alumbré mi cría y la llamé Esperanza.
Servir, es una buena forma de hacer amigos.
Fuente de hermosas aguas y verdes juncos... ¡¡Heme aquí!!
Marineros de Chile ¡¡Rudos!! como las rocas del mar y ágiles como el ir y venir de las olas.
Vive para crear no solo para existir.