¡Oh! mar verdiazul coronada estás de remolinos y blancos torbellinos.
Preciosa gargantilla, arrancada del cuello de Atenea, para embellecer a las doncellas de los jardines de Grecia, jardines de las hojas perennes.
Si haces las cosas con bondad, tu recompensa será la felicidad.
Mar tempestuoso, de agitada melena de león rugiente.
Sacerdotisas llevan en sus castos brazos pequeños cofres y vasos sagrados para honrar y ofrendar
El pájaro ama el viento y el oxígeno ama al aire. El pájaro traza su estela en el cielo y al final de su diaria carrera,
No vayas tan rápido goza de cada momento feliz de a poco.
El sol doraba las altas cimas. Mientras mi corazón se revoluciona… en tumultuosa esperanza.
Los grillos ya cantan su ancestral canción. Sonido de la noche húmeda y estrellada.
En cada árbol, cada hoja, cada tallo, cada raíz, la vida palpita
Desde la distancia... observo un carruaje llevado por alados cisnes
Dije las mágicas palabras “Hokus, pokus” y tus labios se llenaron
Ballenas de mar, lomos pedazos de islas navegantes, errantes y a la deriva.
Fuente de hermosas aguas y verdes juncos... ¡¡Heme aquí!!
Ponle sazón a tu conversación.