Dá, sin esperar nada a cambio. Ésa es la felicidad plena.
Te conviertes en lo que piensas.
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
He coronado vuestra cabeza con tallos de verde y fresca hiedra.
Hasta para coger los frutos debes estirar los brazos.
Vive para crear no solo para existir.
Sacerdotisas llevan en sus castos brazos pequeños cofres y vasos sagrados para honrar y ofrendar
No vayas tan rápido goza de cada momento feliz de a poco.
Mar chileno amigo de la cordillera, cuyas aguas bajan en verdes venas hasta mezclarse
Persistentes brisas cubren el azul oscuro del rizado mar.
He adornado un pequeño altar. Allí arden viejas hojas de laurel aromatizando el ambiente
Ser Feliz Es un Arte.
Los grillos ya cantan su ancestral canción. Sonido de la noche húmeda y estrellada.
Soy amiga de la vida revolotean burbujas de jabón y mágicas mariposas por mi avenida.
Caen los higos dulces y deliciosos se abre su piel roja y sustanciosa ¡Tomad su jugo