Dulce tarde de otoño junto al cálido hogar repiqueteas en la ventana invitándome a pasear la mirada inquieta

Tarde de otoño recuerdos de antaño el amor de su vida su corazón llenaba se envenenaba el alma

Al alba mis sabanas se deslizan caricias delicadas, sensuales mis curvas se regocijan tu lengua ardiente las deleita me colmo de sabores.

MURMULLOS Y se enredan los pensamientos en los rizos de tu melena mientras el viento gime a tu encuentro

En tu pecho reposa el más hermoso instrumento del que las notas por si solas hablan. @María José Luque Fernández.

Y amanece y tu me despiertas con tu límpida mirada con tu inquieta sonrisa y tu tierna caricia.

Cerré los ojos y vi el mar, la lenta agonía de mi ser, acunada por la sal, dormida en su regazo me quedé. Acercándome a la vida,

Como gota de agua brilla tu piel entre la bruma de la noche y la alborada equidistantes momentos

Un, dos, tres, contaba Luisillo arrimado a la par… Cuatro, cinco, seis, se rasca, le pica la piel del pie. Siete, ocho, nueve, diez,

Gorrión, Gorrión ¿A dónde vas? A volar, niño, a volar. Quedate conmigo un poco más, feliz tu canto me hace, lindo de veras es.

Carne y sangre nos unen, imperan lazos que nutren, fuiste vida en mi ser, eres ser de mi vida. Luz que me indica el camino,