Breve
Y las nubes tapizan el cielo cubriendo tu dolor el alma empequeñecida produce sinsabor tu aciaga mirada
Un cuadro en la cocina adorna la p… mi abuelo lo colgó, siendo yo chiq… Llegaba en la tarde buscando la tr… ambos nos sentábamos junto al calo… A veces había castañas, otras solo…
Y en la brevedad de lo ausente el latido se apaga en esa nanosfer… de la que somos parte breve y concisamente. En la caverna del tiempo
Y cuando me asalta el recuerdo... Eres el caos que me motiva cuando las sombras acechan y adormecen el latido Ese invierno que cruje en los hues…
Al paseante con tu mirada sencilla… caricia que haces abrazo, trémula piel se cobija. Bajo tu sombra, rosados perlados delatan
Y en el candor de tu mirada, viven mis sueños que prenden de luz cada matina. En el mar de mi impaciencia se debaten tus ausencias.
Poeta, enlazas tus letras de forma… encadenas palabras sensuales, cáli… tu pluma se desliza suavemente por… caricias leves al posarse sobre el… deleitan los ojos que las leen
Son los susurros del viento esos que escucho en mis oídos que comprometen mis sentidos anegando el alma inciertos y sombríos momentos
Y silabea el viento tu nombre, acunándose en mi mente, latido que se ensalza, notas que encumbran el ser como si fuera una antigua canción…
Y yo te pinto, Palestina, libre como siempre fueres sin serlo arraigada a la tierra Y yo te pinto con los pilares sobre los pies, mi dulce niña
Observas las estrellas en el cielo… recorres el camino de la paz dibuj… escuchas con pesar el ruído que se… el rumor del viento que cesa cuand… el desasosiego que inunda tu ser e…
Es un acorde de guitarra el que ac… lechuza que en la tarde toma el ár… donde sus grandes ojos consigan ve… Sus alas que rozan el aire, junto… piano,
Cerré los ojos y vi el mar la lenta agonía de mi ser, acunada por la sal, dormida en su regazo me quedé.
Eres siervo de mi ser acólito de mi pensamiento esclavo de mis sentimientos desdibujas las fronteras donde mi yo se estremece
Recojo sin saberlo, los restos de… raíces que se escapan de la Madre… colores se disipan en su regazo, inerte entre mis manos queda. Son ellas las que vuelan,