María Elena Walsh

María Elena Walsh (Ramos Mejía, Buenos Aires, 1 de febrero de 1930 – Buenos Aires, 10 de enero de 2011) fue una poetisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina, especialmente famosa por sus obras infantiles, que ha sido considerada como «mito viviente, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias». Por su parte, el escritor Leopoldo Brizuela ha puesto de relieve el valor de su creación diciendo que «lo escrito por María Elena configura la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocho; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia.»

María Elena Walsh (Ramos Mejía, Buenos Aires, 1 de febrero de 1930 – Buenos Aires, 10 de enero de 2011) fue una poetisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina, especialmente famosa por sus obras infantiles, que ha sido considerada como «mito viviente, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias». Por su parte, el escritor Leopoldo Brizuela ha puesto de relieve el valor de su creación diciendo que «lo escrito por María Elena configura la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocho; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia.»


Maria Elena

Los juglares son eternos
Porque viven en la voz del viento.

Elegiste irte en un día señalado,
Juglar esquivo de la voz de caña,
Un día que conjuga dos dolores,
Otro como tú, eligió ese día.

En un tiempo, él también
Creyó en las palabras y su fuerza y dulzura
Para calmar las olas de las duras tempestades
Pero sin fe en sí mismo
Abandonó en la lucha
La consolación de la poesía.

Nos diste y nos dejaste
Sin reparo, ni medida, ni especulaciones varias,
Nos diste así, tranquilamente
Como se dan las aguas a  los mares,
Luego de que atraviesan la montaña.

Fuiste tierna y dura
A un mismo tiempo;
A veces no entendías,
Tanta estupidez,
Tanta locura,
Tanta falta de amor,
Tanto destino,
Tanta circular versión
Tan repetida,
Tanta malevolencia.

Yo canté contigo
Y les canté muy quedo
En tiempos que las sombras eran muchas
A aquellos que tomados de mi vida
Eran la vida toda para mí.

Y siempre te canté
Cuando en el alma
La duda de quien soy y a donde vago
Llenaba de tristeza la esperanza
Y entonces fui cigarra,
Como tú,
En noches negras.

María Elena,
No hace falta mencionar siquiera tu apellido,
Siempre serás la María Elena
Del tinglado y la luz.




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