En otra madrugada, por vientos de ceniza, obedecí al latido de la alondra. El cielo no era cielo todavía. La zona del hornero,

Yo sé que estoy en vísperas de lo… un presagio madura tristemente en… Por él ¡oh despiadado! ya imagino… en que andaré descalza por pasillo… Retoños de dolor que imaginó mi fr…

Si no recuerdo mal, todo cabía entre los horizontes de un pañuelo… Entonces figuraba el mediodía un sol con ojos en mitad del cielo… Y gracias a una tierna hechicería

Calle Florida, túnel de flores po… Y el pobrerío se quedo sin madre llorando entre faroles sin crespon… Llorando en cueros, para siempre,… Sombríos machos de corbata negra

Te acordás hermana qué tiempos aqu… la vida nos daba la misma lección. En la primavera del cuarenta y cin… tenias quince años lo mismo que yo… Te acordás hermana de aquellos cad…

¿Saben saben lo que hizo el famoso Mono Liso? A la orilla de una zanja cazó viva una naranja. ¡Qué coraje, qué valor!

Estamos invitados a tomar el té, la tetera es de porcelana pero no se ve, yo no se por qué. La leche tiene frío

Besé la mano del guardián y lo ayudé a bruñir cerrojos con esa antigua habilidad que teng… para borrar innecesariamente toda huella de bien habida corrupc…

Perro Salchicha, gordo bachicha, toma solcito a la orilla del mar. Tiene sombrero de marinero y en vez de traje se puso collar. Una gaviota medio marmota,

Estaba la Reina Batata sentada en un plato de plata, el cocinero la miró y la reina se abatató. La reina temblaba de miedo,

Como a sus vanas hojas el tiempo me perdía. Clavada a la madera de otro sueño volaban sobre mí noches y días. Poblándome de una

Porque me duele si me quedo pero me muero si me voy, por todo y a pesar de todo, mi amo… yo quiero vivir en vos. Por tu decencia de vidala

Había una vez un bru, un brujito que en Gulubú a toda la población embrujaba sin ton ni son.e Pero un día llegó el Doctorrrr

Había una vez una vaca en la Quebrada de Humahuaca. Como era muy vieja, muy vieja, estaba sorda de una oreja. Y a pesar de que ya era abuela

En sus mármoles y sus bronces parecía la Chacarita aquel viejo café del Once con orquesta de señoritas. Allá íbamos muchas tardes