#EscritoresMexicanos Poesía romanticismo romántica,
Página en que la esfinge de la mue… con su enigma de sombrea nos provo… ¿Cómo poderte descifrar, si es poc… toda la luz del sol para leerte?
Mire usted, Asunción: aunque algú… Metiéndose envidioso, Conciba allá en el cielo el mal ca… De venir por la noche a hacerle el… Y en un acto glorioso
Si tu alma pura es un broche que para abrirse a la vida quiere la calma adormecida de las sombras de la noche; si buscas como un abrigo
¡Sin lágrimas, sin quejas, Sin decirnos adiós, sin un sollozo… Cumplamos hasta lo último... la su… Nos trajo aquí con el objeto mismo… Los dos venimos a enterrar el alma
Medio oculta entre la selva Como un nido entre las ramas, Y medio hundido en el fondo Tranquilo de una cañada, Allá por aquellos tiempos
Después de que el destino me ha hundido en las congojas del árbol que se muere crujiendo de dolor, truncando una por una
¡Qué triste es vivir soñando En un mundo que no existe! Y qué triste Ir viviendo y caminando, Sin fe en nuestros delirios,
Mañana que ya no puedan encontrarse nuestros ojos, y que vivamos ausentes, muy lejos uno del otro, que te hable de mí este libro
Goza, goza, niña pura, Mientras en la infancia estás; Goza, goza esa ventura Que dura lo que una rosa. —¿Qué?, ¿tan poco es lo que dura?
Cuando tu broche apenas se entreab… Para aspirar la dicha y el content… ¿Te doblas ya y cansada y sin alie… Te entregas al dolor y a la agonía… ¿No ves, acaso, que esa sombra imp…
Junto a una pulquería cuyo título es “Los godos” disputaban dos beodos la tarde de cierto día. Yo pasaba por fuera
Adiós a México Pues que del destino en pos Débil contra su cadena, Frente al deber que lo ordena Tengo que decirte adiós;
Un cielo azul de estrellas Brillando en la inmensidad; Un pájaro enamorado Cantando en el florestal; Por ambiente los aromas
Pensando las quinientas unidades que el número quinientos componían… que si quinientas eran al uno y nada más se lo debían; en sociedad se unieron, y los miem…
Porque eres buena, inocente Como un sueño de doncella, Porque eres cándida y bella Como un nectario naciente. Porque en tus ojos asoma