Cuando no me ves, te miro. Me apodero de tus detalles: del lunar en tu oreja, de tus pequeños labios, de tu misterioso cabello.

Siempre me estoy yendo, nunca llegando La sensación que me habita es la de la despedida, la del destino del marinero,

Te espero, no llegas. Me asomo por tu ventana, no te veo… Aguzo el oído, no te escucho. Extiendo mi mano, no te encuentro. Veo un fantasma, eres tú.

Cuanto quisiera poder estrecharte al despedirme de ti. Decirte la falta que me harás, darte un beso, tomar tu mano

Ángel de tu guarda, en eso me he convertido. Tu dulce compañía, que en amargo silencio, atesoro en instantes intocables.

Cuánto pesa existir a tu lado, en un estado de amor al que nunca… porque llegamos a destiempo. Este estado es como un peso en mi… porque ante semejante realidad ir…

¿Habrá un mundo o realidad paralela en la que puedo tomar tu mano besar tus labios pronunciar tu nombre

Nombrarte en secreto es lo único que me queda, lo único que se me es permitido; aunque sea una experiencia de muer… Porque cada vez que te nombro

Seguramente no sabes que lo poco que fue, bastó para desbordar Unas palabras, una actitud,

Sintiéndote, palpando la tibieza de tu vida, latido a latido entre mi mano: tu Sintiendo

Como un Quijote viendo lo que no es buscando y encontrando Dulcineas

Vagando sin rumbo en un desierto nos encontramos, nos miramos, nos reconocimos y compartimos la alegría inconcebible de cruzarse con alguien en medio de la nada y del sin sentido de ese...