Ya no seré mas un poeta, tal vez no importa, hay tantas otras cosas en el mundo, un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar.
La vida es corta y aunque las horas son tan largas una oscura maravilla nos acecha, la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna y del amor.
La dicha que me diste y me quitaste debe ser borrada, lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste, esa vana costumbre que me inclina al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.